Cuando cae la noche, Casa Vila se llena de ritmo.
Música en vivo, un cóctel bien preparado y el ambiente perfecto para que cada momento sea inolvidable. Aquí no solo se escucha la música, ¡se vive!
Pastas que acarician el paladar, pizzas al horno que parecen salidas de una obra maestra y ese toque de frescura que lo cambia todo. En Casa Vila hacemos de los clásicos italianos algo inolvidable, porque sabemos que comer bien es más que un placer: es un arte.